Full Metal Alchemist (Serie)

Full Metal Alchemist 

Full Metal Alchemist nos narra la historia de los hermanos Elric. Con una dote especial para la alquimia, por motivos desafortunados primero pierden a su padre en la guerra, por ser llamado a filas por su habilidad alquímica y posteriormente pierden a su madre por una enfermedad. El hermano mayor, Edward, perdió un brazo y una pierna intentando resucitar a su propia madre (de manera fallida), mientras que el hermano menor, Alphonse, perdió su cuerpo físico, y gracias al sacrificado miembro de su hermano, su alma fue capaz de albergarse en una armadura de metal. Con esos horribles sucesos a sus espaldas, los hermanos Elric recorren el mundo en busca de la Piedra Filosofal, con el objetivo de recuperar sus cuerpos perdídos y conseguir devolver la vida a su madre...

Mi opinión:

¡Menuda pedazo de serie!

Tenía muchísimas ganas de hacer esta reseña porque, sinceramente, me he quedado prendada de esta serie. Lo cierto es que (me vais a matar) hacía tiempo que Sara me la recomendaba, pero yo como soy una cabezona... fui postponiéndolo hasta que Netflix la sacó. Y entonces... caí irremediablemente, y sin arrepentimientos de ningún tipo.

La serie de Full Metal Alchemist está basada en un manga del mismo nombre, aunque a partir de la mitad de la emisión la serie tomó un rumbo completamente diferente de la historia original. No obstante, la trama que desarrolla es absolutamente fascinante y adictiva, lo que la convierte en una serie que hay que ver sí o sí.

Nuestra historia comienza con dos hermanos Edward y Alphonse, cuyo deseo es ser alquimistas para resucitar a su madre. Sin embargo, la transmutación humana es una práctica peligrosa y prohibida... algo que ellos saben pero que ignoran deliberadamente. Y así pasa, en el primer capítulo, apenas unos segundos después del título ya tenemos las primeras gotas de sangre: debido a su pecado ambos hermanos pierden algo importante para ellos. Uno el cuerpo entero y el otro... un brazo y una pierna.
Y de golpe, todo cambia. Ahora su misión es recuperar sus cuerpos originales... sin importarles el coste que hayan de pagar, lo que les llevará a embarcarse en una aventura de dimensiones colosales, en los que el amor fraternal, la amistad, la codicia y un alto nivel de política y religión se entremezclan capítulo a capítulo.

A mi modo de ver, la serie es colosal (aunque me han dicho que el manga es mucho mejor, así que cuando lo lea lo reseñaré también para que sepáis las diferencias entre uno y otro). Mantiene en todo momento la tensión y el suspense, y de hecho te desarrolla la trama con una intensidad que es casi mareante. No es una serie en los que haya momentos tranquilos, pues incluso estos tienen un tinte de tristeza bastante importante. Pero quizá por eso sea tan buena, porque te mantiene absolutamente pegado a la pantalla durante los veinte o treinta minutos que dura cada capítulo. Y aunque la serie es larga veréis que los cincuenta y un capítulos se pasan volando porque, de verdad, necesitáreis más de ella y de sus personajes.
Efectivamente, no solo de la trama vive Full Metal, y es que muchos de sus personajes son una obra de arte. Sin ir más lejos y como supondréis ambos hermanos, Edward y Alphonse, son el pilar base del desarrollo, pero aunque sea así también podemos ver otros personajes que, sin tanto protagonismo, influyen en la vida y en el desarrollo de su personalidad. Podría decir sin temor a equivocarme que prácticamente todos los personajes están locos, y que Edward parece tener un imán para atraerlos. Y sin embargo, tampoco puedo decir que el hecho de estar <<locos>> sea algo necesariamente malo. Quizá sí perturbador, y ojo a lo que os digo, la serie en ocasiones es muy perturbadora y aunque no parezca una historia que esté hecha para hacerte pensar... terminarás por darle vueltas a muchas cosas: ¿qué precio tiene realmente la vida? ¿merece la pena luchar por algo que crees correcto o a veces incluso las voluntades más férreas pueden doblegarse? ¿Dónde está el límite entre lo correcto y lo que no?
Como digo, hay algunas escenas que te hacen replantearte según qué cosas y eso lo valoro muchísimo, pues no solo se busca entretener si no también te hace reflexionar.

En cuanto al dibujo... solo puedo decir que me ha gustado y que valoro mucho la mezcla de épocas y tecnologías en el anime. Fue algo que me llamó la atención desde el principio y a medida que se desarrolla la historia florece con fuerza y te muestra un mundo rico en detalles.
Por otro lado está el tema de las quimeras y la sangre, que aunque sean meros dibujos siguen siendo imágenes perturbadoras (cuando veáis la serie, recordad a Nina), así que os pongro en sobreaviso.

Aun así, la serie es, como ya he dicho antes, muy buena. Buenísima, en realidad. Yo os la recomiendo 100%.