martes, 22 de marzo de 2016

Mi vecino Totoro (película)

Mi vecino Totoro 


La película es un retrato de la vida rural japonesa en los años cincuenta. Un profesor universitario se traslada junto a sus dos hijas a una casa cerca de un bosque mientras su mujer se recupera de tuberculosis en un sanatorio rural. Sus hijas descubren la existencia de los "duendecitos de polvo", de este modo aprenden que hay seres que no todos pueden ver, como los espíritus del bosque, que solamente pueden ser vistos por aquellos de corazón puro. Mei, de cinco años de edad, resulta fascinada al encontrar dos pequeños espíritus y se determina a encontrar al rey del bosque, Totoro.

Mi opinión:

¡Por fin me animo a verla!
Siempre he sido muy fan de estudio Ghibli (desde que vi La princesa Mononoke) pero sí es cierto que me daba pereza ponerme con esta película. Sin embargo, dado que estuve en el Madrid Otaku y vi cientos de Totoros... me di cuenta de que tenía que verla, obligatoriamente. 
Y eso hice. Esa misma noche, la busqué y me puse a ello.

¿Con qué me encontré? 
Con una película preciosa, divertida y con ligeros toques de drama que estremecen hasta el corazón más duro. 

Decir que me encantó sería decir poco. La fantasía de estudio Ghibli es muy característica, pero en esta película hace gala de su imaginación. Mei, la pequeña, es una niña encantadora, caprichosa (como todos los niños pequeños) que descubre en su nueva casa un mundo nuevo. Hablar del argumento sería una tontería, porque apenas tiene trama: la película nos habla de la vida rural japonesa, de cómo ambas niñas descubren un espíritu en el bosque y de cómo este les ayuda en un punto clave de la historia (cuando Mei se pierde al ir en busca de su madre enferma) 

Lo más destacable de la película es su hermosa animación, tanto en los paisajes como en los personajes, aunque yo, sinceramente, me decanto por lo primero. En cuanto a los personajes, me encantaron Mei y Totoro, porque me resultaron tremendamente dulces y emotivos. La banda sonora también es destacable, porque aunque no está muy presente, sí que le da un toque mágico a cada escena. 

En cuanto al final...ay, el final. Yo soy una persona muy emotiva y no pude evitar que se me cayeran las lágrimas (sí, soy una llorona :D). 

¿Sacamos alguna conclusión de la película?

Sí, por supuesto, como toda historia traída por estudio Ghibli siempre sacamos algo en claro (y no solo es que se les va la pinza, evidentemente). En esta maravillosa película acabamos con los sentimientos a flor de piel... ya que vemos el amor de la familia como algo puro, que sobrepasa las barreras no solo humanas, sino también espirituales.

En definitiva, una película altamente recomendable que todo el mundo debería ver. 

Escena favorita:


Sin duda alguna, el momento de Totoro con el paragüas... y el gato-bus. ¡Sencillamente genial!



No hay comentarios:

Publicar un comentario