martes, 13 de enero de 2015

Reseña: La lucha (Samy S. Lynn)

La lucha


En estas páginas encontraréis un amor incondicional, de ese que perdura en el tiempo. Amor que se sufre, se siente y se demuestra desde lo mas profundo del alma. El amor de una madre por sus hijos.

Encontraréis esa fuerza pero también la cruda realidad, una realidad incomprensible cuando ves que estos niños sufren abusos, son maltratados y vilipendiados por quienes deberían ser un apoyo y un ejemplo a seguir, sus educadores, los centros escolares e incluso otros adultos que se hacen llamar padres, madres y amigos.

La lucha narra la historia de una familia que pelea contra una sociedad corrupta, intolerante e hipócrita. La lucha es la desesperación de unos padres que ven como sus hijos son acosados y agredidos, la impotencia de ver que esto ocurre incluso cuando el menor es un niño enfermo. Este libro denuncia el daño que hacen algunas personas por el simple hecho de creerse superiores.
“No todos los centros son iguales, no todos los niños son malos, ni todos los adultos son tan desalmados, pero si que a día de hoy sigue habiendo mucha falta de información, desarrollando miedo y rechazo a las personas diferentes. Luchemos contra el acoso infantil. Luchemos porque los niños puedan volver a sonreír”

Este es un libro totalmente solidario. Toda la recaudación será integra para el tratamiento de la enfermedad de uno de sus protagonistas. Con la compra de un ejemplar ayudarás a mejorar la calidad de vida del pequeño #TodosConAlex

Mi opinión:

Crudeza. Realidad. Valor. Miedo. Cuatro sustantivos que resumen la vida de los protagonistas de esta dura novela. Y es así, sin tapujos ni adornos de ninguna clase. Es una historia que se aleja de caballeros y princesas que rescatan a quien tiene problemas en el último instante. Es una historia real, donde los verdaderos campeones son, sin duda alguna, los niños y sus padres.
Pero empecemos por el principio. ¿Qué hay más hermoso que tener un hijo? Eso es lo que se pregunta Sandra cuando da a luz a su primer hijo, Abel. Una criatura preciosa, llena de alegría que, como niño que es, enamora a todos los de su alrededor. Pero las cosas a veces se tuercen y sus padres, aunque lo intentan, no pueden protegerlos siempre. Los problemas llegan, como siempre, con el colegio. Basta una mirada o un gesto para determinar que el niño es "diferente". ¿Y qué ocurre cuando en España alguien es diferente? Que se le discrimina. Se le tortura. Se le aparta.


"Un día, la tutora nos llama y nos dice que nuestro hijo es
subnormal. Palabras textuales de la profesora. Nos quedamos a
cuadros. Que si tenía un problema de identidad por llevar 
el pelo largo..."



Y los niños, como niños que son responden a su manera. Abel empieza a retraerse en sí mismo hasta que pasa de curso. Sin embargo, los problemas no terminan ahí y según avancemos en el libro veremos situaciones que desgarran, que hieren y que nos ponen los pelos de punta, porque...Abel no es el único, no. Tras su nacimiento llegan dos más, Alex y Zeus, dos pequeños que, desgraciadamente, le siguen los pasos. Alex, el mediano, otra hermosura al nacer, sufre el síndrome de Stuger-Weber, una enfermedad que afecta al cerebro y al nervio óptico. Por eso, gran parte de esta novela hablará de él, del sin vivir de las críticas, de la crueldad del mundo y, sobre todo, del avance de esta enfermedad.


"Alex tiene una crisis en la cual se golpea y lanza cosas.
Parece estar poseído. Cuando intento sujetarlo, no
tengo en cuenta las piernas y me da un golpe que me fisura 
una costilla"

Tras Alex, llegó Zeus, un niño fuerte, cariñoso y que adora a sus hermanos. Gracias a Dios, tiene muchos menos problemas que sus hermanos pero, aún así, mantiene el miedo al colegio y la depresión de ver lo que ocurre en su casa y en el colegio.
A partir de aquí, el testimonio de Sandra se vuelve mucho más duro y nos relata, con pelos y señales, cómo el colegio ignora las medidas de seguridad que se deben de tomar con sus hijos, cómo ignoran con deliberación las crisis de Alex, que empeora rápidamente y cómo culpan a los niños de todo lo que ocurre. Pero, sobre todo, Sandra narra su férrea voluntad de seguir adelante, de cuidar de sus hijos y de protegerlos de toda la corrupción que les rodea.

Este libro es, sin duda alguna, diferente. Te hace pensar y mirar las cosas de otra manera. Hace que nuestro corazón lata apresuradamente. Te hace suspirar. Pero, sobre todo....Hace que tengas ganas de gritar y de maldecir. Porque, maldita sea. ¡¡Ya basta!! 


Escena favorita:

Lamentablemente, no se pueden tener escenas favoritas en un libro como éste, pero sí daré mi sonrisa a cada sonrisa de los niños dentro del libro.

¿Dónde podemos encontrarlo?

Como siempre, en amazon. ¡Justo aquí








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